Project Description

A castaway rolls relentlessly to the shore, re-appearing continuously in the sea, and moved by the energy of the waves. The background keeps changing casting colors and shapes that follow an expressionistic evolution from red in darkness to the misty white.

 


Video-danza: 6m57 https://vimeo.com/184979598

Danza butô: Denis Sanglard. Grabado en la aurora en la playa de El Saler (Valencia 2016)

Música y Realización: Blas Payri (Valencia, 2016)

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En referencia a los numerosos náufragos que llegan a las costas europeas del Mediterráneo, «el náufrago de la aurora» se ha grabado antes del amanecer en una playa del Mediterráneo (El Saler, València), con el bailarín butō Denis Sanglard. La obra se basa en el incesante rodar del personaje desde el agua hasta la playa, desapareciendo a veces, pero siempre reiterando el trayecto, como metáfora del flujo de personas que no cesa, y que no siempre consiguen llegar. Frente a esa repetición del trayecto, el paisaje va evolucionando con una clara referencia al expresionismo pictórico, pasando de un mar rojo sobre negro a diferentes variantes de color hasta el blanco final donde se esfuma la acción. El sonido, igualmente realizado a partir de sonidos captados en la playa, va cambiando de una representación realista a una deformación que acompaña la transfiguración del paisaje.

En este caso, es muy relevante que el rodaje no solamente se haga en un entorno natural sino que además el personaje bailarín se hunde en el agua y va saliendo rodando por la arena de la playa, empujado por las olas y siguiendo el ritmo y cadencia de estas olas. Hemos definido en este caso el término de suelo matérico (Payri & Arnal 2016): con el adjetivo “matérico”, hago referencia a un término de artes plásticas que describe lo relativo a las obras que emplean como medio de expresión materiales distintos a los utilizados tradicionalmente en la obra de arte. Sorprende que en la revisión de las obras actuales de cinedanza seleccionadas en los festivales principales, prácticamente no se utilizan las propiedades del suelo como materia.

Luce Irigaray (citada por Hunter, 2015, p.216) teoriza el concepto de “suelo líquido que resiste frente a la estabilidad, fijeza, centricidad y linearidad” e indica que el flujo del líquido influye en el flujo del cuerpo y su coreografía. La exploración del suelo matérico es más profunda en la obra de Amy Greenfield, donde pretende hacer una exploración de los cuatro elementos (Haller 2012, p.49) con Element utilizando la tierra y Tides el agua. En el caso de Greenfield, el cuerpo se funde con la materia del suelo, y reacciona a sus propiedades de viscosidad y a su energía, ya que en Tides se buscó un día de olas fuertes después de un huracán en el Atlántico (Haller 2012, p.118). Cindy van Acker también explora las propiedades de resistencia y viscosidad de la nieve haciendo una coreografía enteramente en el suelo en Obvie.

Separamos pues el “suelo matérico” (código “suelo reactivo”) del “suelo exterior de naturaleza” (código “suelo soporte”) aunque ambos puedan coincidir en lugares naturales, ya que el suelo matérico crea la coreografía basándose en la materia del suelo, mientras que los ejemplos de “suelo exterior de naturaleza” podrían ser bailados en un espacio escénico sin modificar la coreografía.

En el caso de El náufrago de la aurora, podemos hablar de suelo matérico activo, ya que la energía del agua empuja y define la evolución del cuerpo, tal y como ocurre en Tides, y se opone al suelo matérico pasivo como la nieve o el barro que se deforman sin imponer una energía, y en este caso el concepto mismo de danza butō tiene que ver con la energía de la naturaleza. En cuanto al sonido, el suelo matérico suele ir acompañado del sonido de acción del impacto del cuerpo sobre la materia o del sonido de olas: y es que este uso del suelo como materia pierde fuerza si se impone una música extradiegética absoluta. En El náufrago he recurrido pues también al sonido de la olas en la playa, pero al tener la imagen un tratamiento no naturalista sino claramente expresionista, con unas deformaciones de los colores y la luz que son extremas, el sonido ha sido también procesado de manera no naturalista, utilizando filtros resonantes que mantienen la estructura temporal del sonido pero deformando la frecuencia y generando «drones», al mismo tiempo que también prolongan el sonido como una reverberación, lo que equivale al procesamiento ligero de motion blur que se ha aplicado a la imagen.